Turismo Religioso

El turismo religioso es una modalidad de viaje que está motivada por la fe, la espiritualidad o el interés turístico por conocer el patrimonio de arte sacro que incluyen los diversos credos.

Córdoba es un excelente destino para quienes buscan gracias espirituales, el contacto con lo sagrado y vivir experiencias religiosas combinadas con el interés cultural. Ideal para quienes buscan espiritualidad, arte, cultura y espacios de reflexión.

¡Te invitamos a recorrer, descubrir y celebrar la diversidad de credos y sus edificios sagrados!

Anisacate resguarda más de un tesoro religioso. La Capilla Ortodoxa Rusa San Nicolás de Bari, con su estilo ruso bizantino, resalta como una de las pocas construcciones con tales características, no sólo de Córdoba, si no del país. Si bien fue construida por el arquitecto Eugenio Spridinov hace más de un siglo, fue inaugurada en 1956.













Por otro lado, la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, sobre la RP 5, es otra de las paradas obligatorias en el circuito religioso. 









Alta Gracia es uno de los destinos turísticos mas próximos a Potrero de Garay. Como gran atractivo, en pleno centro histórico se encuentra una de las cinco Estancias Jesuíticas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.








Además de la iglesia, esta comprende la residencia donde funciona el Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers.  
Por su parte, entre las diversas postas religiosas presentes, aparece la Gruta de la Virgen de Lourdes, rodeada de naturaleza y mucha paz. Así mismo, en frente a la plaza principal, destaca la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, entre otros santuarios y capillas.









Córdoba capital ofrece su Catedral, la Manzana Jesuítica, el Convento Santa Catalina de Siena, el Papa Móvil (estacionado en la Plaza del Fundador), la Iglesia de San Roque, la Parroquia María Auxiliadora, la Capilla del Buen Pastor, la Iglesia de los Capuchinos y conciertos en diferentes templos.

La Manzana Jesuítica de Córdoba se sitúa actualmente en pleno centro histórico de la ciudad. En ella se condensan algunas de las máximas expresiones del arte barroco en Latinoamérica, como es el caso de las bóvedas pintadas y los retablos de la Iglesia y la Capilla Doméstica. 

Como parte del Camino de los Jesuitas en la región, se puede recorrer el “Camino de las Estancias Jesuíticas”; un itinerario turístico cultural que permite conocer las cinco estancias jesuíticas declaradas patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO:
  • Estancia Jesuítica Colonia Caroya (1616)









La Estancia Jesuítica de Caroya se encuentra a 50 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, en la localidad de Colonia Caroya.
  • Estancia Jesuítica Jesús María (1618)










La Estancia de Jesús María se dedicaba a la producción vinícola y dio lugar a la actual ciudad cordobesa de Jesús María. La estancia es hoy un Museo Nacional y se puede visitar la iglesia, la residencia, la bodega, los restos de antiguos molinos, el perchel y el tajamar a través de un recorrido auto guiado.
  • Estancia Jesuítica Santa Catalina (1622) 









La Estancia Jesuítica Santa Catalina destaca por su imponente iglesia de dos torres que constituye una de las obras de la arquitectura colonial más valiosas conservadas en Argentina. Además se pueden visitar los claustros, las galerías, los patios, los talleres, el tajamar, las huertas y las rancherías. Se ubica en Villa Totoral.
  • Estancia Jesuítica Alta Gracia (1643)
  • Estancia Jesuítica La Candelaria (1683)
La Estancia de la Candelaria se destacó por ser un establecimiento rural ganadero. Con una extensión de 300.000 hectáreas, en ella los jesuitas se dedicaron a la cría de mulas que utilizaban para sus negocios con el Alto Perú.

La Estancia de la Candelaria se encuentra entre Cruz del Eje y Villa de Soto, es posible acceder al lugar con vehículo mediano. A lo largo del camino se pueden apreciar bellísimos paisajes serranos.

Camino del Peregrino

Es una experiencia única, inmersa en el medio de la inmensidad de las sierras. A lo largo de sus 28 kilómetros, recuerda el sendero por el que transitaba San Gabriel Brochero, el primer santo que nació, vivió y murió en Córdoba, Argentina.










El recorrido implica unas seis horas de caminata, donde se realizan paradas en ocho estaciones construidas para la reflexión y oración de los peregrinos. Cada una de ellas, ubicada a unos 4,5 kilómetros de la siguiente, está identificada por un gran tótem de hormigón de 6 metros de altura, coronado con piezas de metal rústico que forman la imagen de una cruz que eleva la figura de Brochero Santo al cielo.









El Camino del Peregrino en Córdoba comienza en el Parador Giulio Cesare en la RP34 y baja por un sinuoso camino de montaña hasta llegar a la Villa Cura Brochero. Aunque todo el recorrido es por un camino vehicular, muchos elijen hacerlo en bici o caminando, tal como lo hizo el Cura Brochero en su momento. A lo largo del Camino del Peregrino, hay ocho "paradas" oficiales: Giulio Cesare, La Lagunilla, Puente Arroyo Zarate, La Vertiente, Villa Benegas, Balcón Chico, Puente del Cura y El Carrizal. 


Parque Temático Brochero Niño 











Este espacio, ubicado en el entorno natural de Villa Santa Rosa se presenta como una propuesta única que rememora y recrea los primeros años de vida del Santo Cura Brochero, marcando un hito significativo en la preservación y difusión de su legado.

Está diseñado como un paseo y recorrido turístico que resalta los hitos fundamentales en la vida joven de José Gabriel del Rosario Brochero. Cuenta con un sendero de adoquines que conecta con tres estaciones representando distintas etapas de su vida.

Todas las estaciones funcionan como salas de teatro equipadas con multimedia para proyecciones de imágenes digitales, videomapping y animación tridimensional envolvente.

En el corazón del recorrido, ubicado en medio de las estaciones, se alza un grupo escultórico realizado por el artista Julio Incardona que representa el momento en el que Brochero le dice a sus padres que quiere ser sacerdote, recibiendo la bendición de ambos.

La base es triangular y simboliza la Santísima Trinidad, sumándose al movimiento de la estatua del Brochero niño, que gira sobre su eje y señala el amanecer de dos días importantes: su nacimiento y su canonización.

En la segunda estación sobre una semi-esfera de gran tamaño, el público queda inmerso en una animación tridimensional envolvente.

La tercera, en tanto, es un cuento recreado con ilustraciones animadas, proyectado mediante técnicas de videomapping que adaptan la proyección de video a una panelería escenográfica calada con láser.

Artículo de Turismo y Aventura