San Clemente, refugio de paz y tranquilidad

Entre callecitas campestres, una copiosa vegetación y varios cursos de agua, San Clemente es el refugio de paz y tranquilidad que todos buscan en el Valle de Paravachasca.
Enmarcada por las aguas de los arroyos La Granadilla y Las Tazanas, y los ríos De la Suela, San José y San Pedro, la localidad de San Clemente es el pasaporte cordobés para relajarse y descansar.

Además, es un rincón elegido por familias que deciden descansar con sus hijos. Tirar una mantita a la vera de estos cursos de agua será todo el plan que se necesita para “desenchufarse” del ritmo de ciudad.



Entre espinillos y pinares, aparecen sus senderos, principales protagonistas de caminatas y otros paseos a caballo o en bicicleta.

Sin duda, más allá de sus arroyos y ríos, otro de los iconos locales es la bellísima Capilla de la Merced.

Esta construcción, se destaca por ser edificada íntegramente en piedra en 1947, gracias al impulso del Padre José Buteler.

Por último, la esencia del pueblo de San Clemente se define con sus fiestas gauchas y las celebraciones patronales que le dan vida al pueblo en cada encuentro.


Artículo de Turismo y Aventura